Esta reseña es acerca del lugar tal vez más reconocido y con mala fama dentro de la población más reservada del país (la cuál es bastante), el famoso Puchos Men's Club (no sé si es mi idea, pero creó hace unos años se llamaba Puchos Night Club o algo así), de pequeño recuerdo pasar al frente del lugar montado en los buses de desamparados, tenía un gran letrero con la foto de hombres sin camisa, posiblemente la razón por la cual se fue ganando la mala fama de lugar de pecado y depravación.
Nunca me había animado a visitar el lugar hasta este 2022, ya muy cambiada la fachada ahora sí tiene un aire más fresco a Disco/Bar. Está sería la reseña:
Ubicación (★★★★★★★★★☆)
Relativamente céntrico, fácil de ubicar e igualmente se debe tener cuidado de noche al caminar a los alrededores por ser un lugar propenso a asaltos, como en la mayoría de las zonas norte o sur de la capital.
Parqueo y acceso (★★★★★★★★★☆)
El lugar está rodeado de varias opciones de parqueos públicos, pero recomiendo utilizar los más cercanos para evitar caminar mucho al salir del lugar. El acceso es apto para toda persona, solo un poco pequeña la entrada, el acceso al segundo piso si es limitado a solo escaleras.
Instalaciones (★★★★★★★★★☆)
El bar no es tan grande como podría aparentar desde afuera, sin embargo, se nota un buen esfuerzo por hacer una buena distribución de las zonas, la primera planta rectangular tiene una tarima en el centro, al frente y a ambos lados las barras, en total 3 para garantizar que consumas todo tipo de bebidas. Los baños son mixtos, algo que para mí gustó me incómoda un poco, ya que a pesar de que da la apariencia de ser un bar solo gay, está abierto a todo público y si se llena de bastantes mujeres, y para que ellas puedan entrar a los baños deben pasar por lo orinales. Fuera de ese inconveniente todo el lugar se ve muy bien cuidado y adornado, solo vi una mini barra vacía que no tenía ninguna función más que robar espacio.
Al lado de derecho de la tarima, hay dos entradas, una para los empleados del lugar (donde se cambian y guardan sus cosas supongo) y otra que lleva a un pequeño chinamo el cual no atiende nadie y tiene diferentes artículos al estilo de sex-shop, al lado derecho de este chinamo está una entrada que lleva a un cuarto oscuro que tiene otro orinal y otra entrada con escaleras que llevan al segundo piso, el cual es una zona pequeña con iluminación roja, el cual tiene una mini tarima con tubo, un minibar vacío, otro orinal con un lavatorio que no funciona y una zona tipo laberinto con glory holes, ahh y cuenta con bancas y sillas para poder disfrutar de una pantalla que muestra pornografía gay toda la noche.
Aseo (★★★★★★★★★☆)
El lugar se ve muy aseado en general, solo me quejaría del segundo piso en la zona donde está el orinal que se ve bastante descuidada y el lavatorio no sirve. Por lo demás parece que si cumplen con limpiarlo diariamente.
Servicio al cliente (★★★★★★★★★☆)
Claramente el dueño sabe jugar con el atractivo del lugar: la fama de Night Club con strippers. Sin embargo, no espere a llegar y ver hombres desnudos bailando toda la noche, desde que abren a las 7pm y hasta la 1am, el lugar se turna entre música, animación con drags queen y pocos bailes con los bailarines que se van turnando, al principio bailan con full ropa y conforme avanza la noche van disminuyendo las prendas y en una que otra ocasión enseñando sus miembros por cortos lapso de tiempo, a penas para ir calentando poco a poco el lugar en conjunto con la música y consumo de bebidas, hasta aproximadamente después de la 1am es que uno de los 4 o 5 bailarines del lugar hace un show 100% erótico el cual termina como Dios lo trajo al mundo, los demás bailarines solo se quedan en los alrededores del bar conversando con los visitantes, el lugar cierra a las 2:30am. El dueño deja al puro final el show principal, a penas para quedarse toda la noche y consumir (en fin, ese es el negocio).
Otro de sus puntos fuertes es que los bailarines son sumamente amables, pasan andando por todo el lugar conversando con la gente, bailando y promoviendo un buen ambiente (eso sí no esperé a que se dejen tocar o que anden desnudos por el lugar, a lo mucho andan en boxer casi al final de la noche).
Los dos Drag Queen hacen shows de canto y uno que otro chiste, si logran entretener y mantener el ambiente de fiesta activo, aunque podrían incluir algún otro tipo de dinámicas o concursos.
Tiene diferentes opciones de cover, la más cómoda es de 5mil con una bebida incluida, 8mil con 3 bebidas y como 14mil con barra libre hasta la media noche (si quiere quedarse para el show final va a tener que comprar las bebidas en caso de querer seguir consumiendo).
Al lado izquierdo de la tarima está ubicado el dueño/administrador del lugar en un pequeño cubículo a cargo de la música y coordinación de las actividades, si se siente un poco molesto escucharlo en diferentes ocasiones al micrófono llamando a los bailarines, drag queen o de limpieza para que hagan sus funciones, creó que podrían coordinar eso de otra forma para que no interrumpa con el ambiente. (no se si fue mi percepción, pero me da la impresión de que este señor es bastante incomodo y todo el personal del bar le tiene como temor).
Cruising y diversidad (★★★★★★★★★☆)
Hay mucha diversidad, sin embargo, el lugar al ser un ambiente de música actual y tipo pista de baile es mayormente visitado por jóvenes o jóvenes adultos, ya sea que vienen solos, en pareja, en grupos de amigos, etc., he visto muy poca gente mayor (aunque como siempre puede que haya personas de mayor edad con más espíritu fiestero que un veinteañero, pero no vi muchos el día que fui al club).
La zona de cruising es el cuarto oscuro y principalmente el segundo piso, al cual solo pueden acceder hombres, las mujeres no pueden subir (solo los viernes según anuncian los drags queen). El segundo piso se presta para todo y sube todo tipo de hombre (masculino, afeminado, joven, mayor, solitarios, en parejas), y el pequeño laberinto es donde mayormente se dan los encuentros y hasta masturbaciones grupales, esto pasa principalmente después de las 11pm cuando el efecto del alcohol y el ambiente del primer piso se va poniendo cada vez más alegre, que hace que se rompan las inhibiciones y que los hombres se atrevan a subir.
Discreción (★★★★★★★★☆☆)
Claramente no es discreto por fuera, todo Costa Rica sabe de qué trata Puchos (o lo exageran), así que si le da pena que alguien lo vea entrar o salir del lugar (pasa mucho carro y buses al frente, no hay forma de que sea discreto) mejor vaya con gorra y mascarilla, una vez adentro ya no importa quien este, todos están para disfrutar y pasar un buen momento sin prejuicios.
Algo a favor es que no permiten que las personas estén grabando con los celulares, los bailarines están atentos a esa situación y alertando a los que tratan de hacerlo de que está prohibido.
La calificación final que le daría al Puchos Men's Club sería 9/10 (★★★★★★★★★☆)
Fuera de la mala fama que pueda tener, que de todas formas en Costa Rica todo lo relacionado al ambiente gay ya tiene mala fama, el lugar es bastante agradable y disfrutable, depende de la cantidad de bebidas que se va a consumir así será el gastó, pero igualmente con 5mil colones (que incluye una bebida) se puede disfrutar de una buena noche de baile, entretenimiento, conocer nuevas amistades, un show erótico al final, y para los más atrevidos hasta un cruising en el segundo piso.
Este es un mapa de la distribución del lugar para que tengan una idea de las ubicaciones de cada zona en caso de que no conozcan:
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